Pequeño Milagro
"Fue sin querer, es caprichoso el azar, no te busqué ni me viniste a buscar.
Tanto tiempo esperándote, tanto tiempo esperándote"
Joan Manuel Serrat
Llegó hasta ahí casi sin querer,
usando las mismas coordenadas de cada día,
viajando en la misma órbita rectilínea sin secretos,
siguiendo la calle por la fuerza de la costumbre,
conociendo todos los baches,
sabiendo todos los tiempos,
viendo las mismas vitrinas que proyectaban el mismo sol
de todos los días: el de las seis de la tarde,
el del fin de un día igual a todos los otros.
Se largó un aguacero de aquellos esperando el autobús,
pequeño caos doméstico en mitad de la ciudad,
se trabó el tránsito,
se eternizó el semáforo en rojo,
ardió esa tarde cualquiera sin paraguas.
Hubo entonces una partícula de polvo metida en el orden cotidiano,
se quebró el recorrido del cenit diario,
naufragó la barcaza de lo predecible.
En una fracción de segundo en que miró hacia atrás
(donde no tenía que mirar porque no correspondía a su prolijo calendario de gestos y modos de andar)
cuando volteó detrás de la lluvia,
cuando se devolvió dos pasos,
cuando se devolvió dos pasos,
cuando se deshizo de su camino hecho maqueta,
fue ahí en ese preciso minuto cuando lo vio.
Lo vio y no pudo dejar de verlo.
Lo vio y ya no había lluvia, ni tráfico,
ardía el sol de las seis detrás de su huella desandada.
Y crecieron girasoles donde no había nada
y el puente tejido de alma a alma comenzaba a ser recorrido.
2 comments:
Bella Girasol ¿se queda?
Vaya, diga que si pu'
Señorita Margarita:
De aquí soy y ya no hay quien diga lo contrario. Está todo debidamente certificado, todo los formularios hechos, los timbres estampados y los oficios aprobados. Con eso, puedo decir ante la ley que:
¿DÓNDE ESTÁN LAS RAMADAS QUE TODAVÍA NO LAS VEO?
ya ando con mi vestidito de flores danzarín.. y tú? ¿te has puesto ese de Margaritas?
¿Nos vemos donde on' Celerino?
Besos de noche cargadita de maravillas.
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